La MDMA (3,4-metilendioximetanfetamina) es una droga empatógena de las clases de drogas feniletilamina y anfetaminassustituidas. La MDMA ha llegado a ser popularmente conocida como "éxtasis" (acortado a "E", "X" o "XTC"), y otros nombres como "rola", "Adam" "pasti" o "la droga del amor", por lo general refiriéndose a la forma de píldoras callejeras, aunque estos términos también puede incluir la presencia de posibles adulterantes. El término "molly" o "mandy" coloquialmente se refiere a la MDMA en polvo o en forma cristalina, lo que por lo general implica un mayor nivel de pureza.
La MDMA puede inducir durante el «globo» —se denomina «globo» vulgarmente al periodo de sentirse bajo los efectos de la droga— euforia, una sensación de intimidad con los demás, y la disminución de la ansiedad. Produce una pérdida de la timidez, volviendo al individuo más extrovertido, una sensación de alegría absoluta y de hiperactividad, así como un aumento de la actividad cerebral. También aumenta la sensación de fuerza física y de hecho aumenta la resistencia al cansancio; aumenta la tensión muscular, dilatación de las pupilas, bruxismo y otros tics o pérdida parcial del sentimiento de dolor físico. Por eso los consumidores de MDMA pueden bailar prolongadamente durante más de 8 horas seguidas con una sola dosis y durante días si van dosificando las tomas. El MDMA reduce la sensación de sueño, lo cual puede llevar a episodios de insomnio a corto plazo que remiten en cuanto los efectos más directos del MDMA desaparecen y el individuo empieza a sentir el cansancio y agotamiento al cual ha sometido su cuerpo y mente, esto lleva a que puedan permanecer durmiendo un periodo superior a 12 horas.
Los efectos subjetivos del MDMA aparecen poco después de una hora. Están relacionados con una sensación general de bienestar, aumento de la sensibilidad, disminución de la ansiedad –aunque en ocasiones la aumenta–, relajación, y una sensación de mayor conexión con el estado anímico o emocional de otras personas (empatía).
Muchos de los efectos derivados del consumo de MDMA son similares a los descritos para el consumo de cocaína y anfetaminas. Al igual que estas sustancias, el éxtasis ejerce una acción estimulante sobre el sistema nervioso central, elevando el estado de ánimo y disminuyendo la sensación de hambre y cansancio. Después de los efectos estimulantes aparece depresión y fatiga. Otros síntomas físicos que se han descrito después de consumir MDMA son: tensión muscular, movimientos involuntarios de mandíbula (bruxismo), náuseas, visión borrosa, temblores, insuficiencia renal o edema pulmonar. Existen efectos psicológicos adversos como: confusión, inquietud, irritabilidad, estados depresivos, problemas del sueño, ansiedad severa y estados paranoides que, en ocasiones, pueden continuar durante semanas después de su consumo.